Fuga de talentos En el mundo de los negocios (como en el amor) no existen las excusas. El poema de Mario Benedetti que lleva el título de esta nota, nos recuerda esa máxima: desde una mirada enteramente protagónica, la culpa (o la responsabilidad, digamos) siempre será nuestra. Ni un amor que se va o que[ver más]